Detrás de algunos de los más sobresalientes proyectos de equipamientos hípicos de alta competición montados en España, Portugal y algunos rincones de América Latina en los últimos años, se encuentra la iniciativa empresarial de un joven sevillano, Joaquín Salado, gerente de Sotoancho Instalaciones Hípicas.
Salado, que inició hace una década la ilusionante tarea de importar los estándares de calidad europeos a los equipamientos hípicos de alta competición, ha convertido su empresa en todo un referente en un sector que desde la provincia de Sevilla está liderando la transformación de la hípica española “hacia un nuevo paradigma”.
Un paradigma, subraya el emprendedor, que toma como modelo los cánones de la hípica de países como Alemania, Bélgica, Holanda o Francia, que se encuentran a la cabeza en la práctica del deporte ecuestre en Europa, y que apuesta por “instalaciones modernas, funcionales, seguras y equipadas con las últimas novedades para el entrenamiento. Todo lo práctico que necesita un jinete y todo lo necesario que precisa el caballo de élite”.
De hecho, la preparación física y mental para el animal comienza el mismo día que nace, “de ahí que sea tan importante que todos los equipamientos del centro hípico estén diseñados para facilitar la vida deportiva del animal y para garantizar su seguridad y la de sus cuidadores”, matiza Salado.
Internacionalización
Poco tiempo después de regresar a España de esa primera visita que le mostró el camino de la que posteriormente ha sido su apuesta y especialización empresarial, el joven empresario sevillano recibió la llamada de la German Horse Industry (GHI), con la propuesta de convertir a Sotoancho Instalaciones Hípicas en representante del grupo en España, Portugal y los países de habla hispana.
La oportunidad de representar a uno de los principales grupos de empresas fabricantes de material ecuestre a nivel internacional, además de empujar los trabajos de la empresa hacia la transformación y modernización de la hípica española a esos cánones que tanto triunfan en Europa del Norte, ha abierto puertas a este emprendedor andaluz en países como Portugal, México, Colombia, Estados Unidos, Argentina o Emiratos Árabes Unidos.
Experiencia, especialización y confianza
Pese a su juventud, Joaquín Salado cuenta con el aval de muchos años de experiencia en el mundo del caballo y con la confianza de sus clientes, de los que habla con el afecto que se le tiene a un amigo. Desde que inicia un nuevo proyecto, el emprendedor acompaña en cada fase de la obra, “para que en la toma de decisión siempre haya una solución técnica adecuada, y procurando crear esa atmósfera de éxito que me encontré hace diez años en las cuadras alemanas”.
Según los últimos datos publicados por la Real Federación Hípica Española, nuestro país, donde se organizan casi medio millar de competiciones deportivas oficiales al año, cuenta con aproximadamente 51.000 jinetes federados. Unos números nada desdeñable en un sector que genera 3.300 millones de euros al año de forma directa y más de 61.000 empleos.
En este sentido, el empresario sevillano mantiene las mismas ganas de engrandecer la hípica española que cuando inició su proyecto empresarial hace diez años. “Tenemos magníficos caballos, excelentes jinetes y un nivel en las instalaciones ecuestres similar a las existentes en el norte de Europa”, asegura Joaquín Salado, que insiste en la importancia de “crear un ambiente de ganador en la cuadra”.
Haga clic aquí para ver el artículo origina